Una región, una mesa e increíbles sabores
Tres ciudades, dos estados y dos países se hermanan en One Region One Table, evento culinario
El Paso, TEXAS.– “Hay que promover Chihuahua y promover la región, es lo que nos hace únicos y es la primera vez que lo logramos con este evento, por muchos años lo hemos separado, más allá del tema político podemos dar un testimonio vivo de lo que sucede aquí todos los días. Hace año y medio nos pidieron hacer algo para recabar fondos y juntos diseñamos este evento porque no se trata de promover El Paso o Juárez, cuando queremos promover una sola ciudad no somos tan interesantes, pero cuando queremos promover una región nos voltean a ver”, dice el chef Óscar Herrera, cocreador del evento y Culinary Ambassador.
Añade que el New York Times los nombró como “la zona bicultural más interesante del lado Oeste”, lo que los motivó a seguir trabajando. “Es ahí cuando vimos que somos más que una ciudad, somos una región que abarca tres ciudades, dos estados, dos países, no hay mucho que nos separe. Hay una parte de juarenses que no van al Paso y viceversa, pero la realidad es que una ciudad no puede vivir sin la otra”, explicó Herrera.
UNA CENA MULTICULTURAL
One Region, One Table es el evento culinario dedicado a celebrar la comunidad. El comité del evento y el equipo culinario trabajan para crear un escaparate que muestre el talento culinario y la cultura única en evolución de tres estados, dos países y una hermosa región. El evento está auspiciado por Progress 321, una organización sin fines de lucro enfocada al empoderamiento de jóvenes profesionistas.
En este segundo año, Herrera solo participó como organizador para darle paso a nuevos talentos culinarios, entre ellos Jorge Muñiz Sáenz, de Flor de Nogal, restaurante propiedad de Óscar en Ciudad Juárez. En total fueron cinco platillos presentados tanto de chefs de Juárez como de El Paso y Nuevo México.
El primer tiempo corrió a cargo de Luke Roberts, del restaurante Double Eagle, establecido en Nuevo México. Presentó pozol, pork belly, endivia, puré de elote dulce del valle de la Mesilla, chile rojo de temporada y salsa de orégano. Por tres años consecutivos Roberts ha sido nominado por el New Mexico Restaurant Association’s Chef of the Year Award.
Por su parte, Muñiz Sáenz presentó el segundo platillo, lengua cocinada lentamente con salsa dulce de chile ancho, papas, queso Chihuahua y chile, con ensalada de quelites y berros.
“La inspiración del tema de este platillo fue que hay mucha tradición en Juárez sobre el tema de la barbacoa en donde se usa la cabeza de res. Me gusta utilizar la lengua porque mucha gente no se anima a probarla así que la preparamos de una manera diferente para que les guste. Hacemos una salsa de manzana con chile ancho, la lengua tiene una cocción larga. Al servirla la presentamos con queso ranchero de Chihuahua y chile california”, explica Muñiz.
Leonardo Díaz, del restaurante María Chuchena, ubicado en Ciudad Juárez, comenzó su carrera desde los 16 años cuando descubrió su pasión por la cocina. En 2012 se graduó del Instituto de Alta Cocina, ISAC, en Ciudad Juárez, ese mismo año se convirtió en el chef ejecutivo del restaurante. Su pasión es usar productos frescos y estacionales de todo México para crear platos de cocina mexicana contemporánea.
Tamal de hierbas, porchetta, malanga frita, almeja navaja, salsa de chile pasado y hoja santo, fue el tercer platillo presentado por Díaz.
El penúltimo tiempo fue de Norberto Portillo y Jason Lucero, del restaurante Tabla, de El Paso, Texas. Ambos son copropietarios de Ode Brewing. Lucero comenzó su carrera como lavatrastes pero rápidamente se convirtió en el sous chef en Ode Brewing, en 2015. Actualmente trabaja como chef de cabecera en los dos restaurantes. Su platillo fue tres variantes de pato, pato a la sartén, burbujas de betabel; confit de pato, puré de zanahoria y chicharrón de pato.
El quinto platillo fue de Jesus Martinez, del restaurante Entrecôte & Co., El Paso. Panna cotta de higos y queso de cabra con higos caramelizados, praliné de avellanas y reducción de cerveza de jengibre, fue el postre.
El maridaje fue diseñado por Natalia Zea, sommelier de Taft Díaz, con vinos de Pioneer Wine & Spirits y Mission Valley Distribution.
(Con información y fotografías de Rosalba Michaca)