Un recorrido de altura

Puebla, Orizaba y Córdoba se posicionan en el turismo cultural y gastronómico con el tema cafetalero
“Un viajero sabio nunca desprecia a su propio país”, dijo Carlo Goldoni, dramaturgo italiano. Recorrer varios de los estados de la República Mexicana merece un esfuerzo que bien vale la pena. Una de las opciones es tomar un tour y olvidarnos de hacer reservaciones, planes para dedicarnos a disfrutar del viaje, fue así que nos unimos a “Destinos y Café. Ruta del Café” que opera en alianza con Turibus.
La primera parada fue en la localidad de Esperanza, Puebla, donde el Pico de Orizaba nos recibió bañado de nieve y neblina, típico de esta ciudad, según nos explicaban los lugareños ya acostumbrados al clima. En este paraje se ubica una de las principales productoras de sidra, debido al fresco constante las manzanas crecen en un ambiente idóneo, estas requieren de 800 a mil 200 horas de frío para madurar. También cuentan con un museo de la sidra y del ferrocarril.
“Veracruz, rinconcito donde hacen su nido las olas del mar…”. Pensar en Veracruz nos remonta a las playas que son bañadas por el Golfo de México, aunque también se encuentran diversas zonas arqueológicas, culturales e importantes comunidades rurales productoras de café.
A solo cuatro horas de la Ciudad de México, el municipio de Córdoba se ubica en un valle a 850 metros sobre el nivel del mar, también se le conoce como “la ciudad de los 30 caballeros”, porque fueron ellos quienes fundaron la ciudad, comenta Fermín Ramírez, director operativo de Destinos y café.
Esta comunidad es famosa por haberse firmado ahí “Los Tratados de Córdoba”, por parte de Agustín de Iturbide y Don Juan O’Donoju, último Virrey de España. El zócalo de la ciudad aún guarda reminiscencias de la arquitectura colonial.
Entre los principales atractivos turísticos se encuentra el Portal de Zevallos, el cual fungió por algún tiempo como hotel. Actualmente alberga diversos restaurantes y cafeterías donde se puede degustar el famoso tezmole de pollo, platillo típico, sin olvidar el famoso café de la región. También se encuentra la Catedral de la Inmaculada Concepción y el Palacio Municipal, en este se exhibe el mural “Córdoba para siempre”, obra del pintor cordobés Jaime Sánchez Nava, el cual muestra la historia de la ciudad.
Para continuar, viajamos a la población de San Bartolo, una localidad semirural donde se siembra café de altura orgánico. Las 23 familias que componen el pueblo se dedican a la venta de café, artesanías, galletas y al turismo rural. Sus prácticas son sustentables y amigables con el medio ambiente.
Un sitio emblemático es la Hacienda Guadalupe, en Amatlán de los Reyes, donde se dio la primera plantación de café en México y donde llegaron los esclavos para ser vendidos a los hacendados.
“Hemos visto que ahora muchas personas le están tomando muchísimo amor al café. Las personas que nos visitan cuando ven como florean, como se siembra y como está el grano rojo; al tomar café lo degustan con otra actitud porque ven cómo es el proceso”, opina Irene Tress, actual dueña de la finca cafetalera.