Razones y sabores para celebrar
Bajo la guía de Josefina López Méndez, Chapulín expresa una visión de la cocina mexicana con sello de modernidad e identidad
Hace algunas semanas, Chapulín celebró su aniversario: el segundo del gran espacio gastronómico en el hotel Presidente Inter-Continental Ciudad de México iniciado originalmente por José Manuel Baños, protagonista de la gran puesta culinaria de Pitiona, en Oaxaca; y continuado meses después por una de sus más impecables discípulas y compañeras de oficio: Josefina López Méndez. Si bien hoy es necesario deslindar y definir que Chapulín no es Pitiona, como en distintas ocasiones se ha hecho hincapié, es difícil olvidar el sello de esta institución oaxaqueña en el éxito de Chapulín, cuando todavía algunos de los platillos que brillan en su carta fueron creados, desarticulados y vueltos a armar por Baños y Josefina en la cocina misma de Pitiona.
Efectivamente, Chapulín ha obtenido una personalidad propia proyectando la riqueza de los sabores de México en una plataforma hotelera de sintonía global donde la cocina mexicana siempre tuvo un discreto encanto sin lograr ser parte de un discurso oficial y posicionarse como una de las entidades de mayor fuerza del Presidente, abriendo incluso la puerta a bebidas como el mezcal a una cava cuya fama está más bien sustentada en las bodegas del Viejo Mundo. Lo que en un momento fue un nebuloso acercamiento al tema mezcalero hoy es una respetable carta que se atreve a reconocer lagunas y va siempre en pos de logros en esa apuesta por el destilado nacional de moda entre las nuevas generaciones de consumidores.
Chapulín es actualmente un restaurante que cumple con los estándares que exige una cadena hotelera como InterContinental, sin perder de vista y poner en la mesa el sabor y la elocuencia de una cocina mexicana elegante, directa y provocadora de sensaciones y experiencias para recordar. Platillos como el callo de hacha con salsa de cilantro y mermelada de chintextle, el pozole de conejo y el pescado en mojo de chintextle, preparaciones memorables del menú de celebración de Chapulín, son parte de una festiva geneaología que expande y festeja las sutilezas nacionales, con imborrables notas oaxaqueñas en una expresión de modernidad e identidad que revela oficio, carácter y humildad de una chef como Josefina López Méndez y su equipo.