Pisco, una expresión honesta y complaciente de la cocina peruana en México
En Pisco, la chef Alessandra Gonzales nos brinda un goloso recorrido por Perú y su cocina
Dueña de una historia, valores, conceptos, técnicas y una emoción única que habla del espíritu del pueblo que la emana, la cocina peruana invita siempre a una aventura de los sentidos.
Enmarcada como uno de los grandes fenómenos mediáticos de nuestro siglo, responde a esa fama con signos de honestidad e identidad, cuando tras ella y en ella están figuras que aman expresar esa riqueza y esa identidad ante propios y extraños.
Es el caso de la chef peruana Alessandra Gonzales, figura protagónica del despliegue de descubrimientos y alegrías que significa Pisco, el restaurante de cocina peruana, ubicado en la calle de Thiers, en la colonia Anzures, de la Ciudad de México.
Dueña de una suave pero contundente elocuencia culinaria, Alessandra ha sabido convertir Pisco en un amoroso reducto en el que los peruanos radicados en México recuperan esencias, vivencias, recuerdos, emociones, y donde los mexicanos y comensales de otras nacionalidades pueden entrar al fascinante escenario de esta cocina con sello de origen desde una de las perspectivas más emotivas.
Es una cocina sencilla, pero no simple, que nos habla de una tierra de encuentros y mestizajes, de invenciones cotidianas e intuitivas que terminaron por convertirse en instituciones nacionales, como suele ocurrir en los pueblos con historia propia.
Pisco, como la misma Alessandra lo describe, es un viaje por tierras peruanas, saliendo de las rutas convencionales para adentrarnos por caminos vecinales y veredas que nos llevan a ser parte de las anécdotas en torno al fogón de hogares y de familias.
Pisco supera una crónica convencional de la cocina peruana, con sus fórmulas y sus platillos consabidos, para seducirnos con un lenguaje propio, orgullosamente femenino en la lectura de un Perú que sabe a mar, a selva, a montaña; que expone acentos indígenas y españoles, pero que también de las esencias japonesas, chinas y africanas que han moldeado sus leyendas culinarias.
De suave y generoso hablar, en su cocina y en su trato, es la embajadora en México de un Perú de personajes anónimos, de platillos de madres y abuelas, pero también de marineros y exploradores que se reúnen con ella en emocionante festín a la hora de preparar los platillos y ofrecérnolos a la mesa.
La franqueza de su cocina ha llevado a Pisco a ser uno de los sitios favoritos de los peruanos en México, siendo el mejor para muchos de ellos, que se reúnen en Pisco en una reactivación emotiva de su pertenencia a la patria.
Esta cualidad de hogar que posee el restaurante ha hecho que los fines de semana sean días en los que se preparan platillos especiales, fuera del menú, y en los que los peruanos pueden disfrutar aún más de ese trozo de patria, consentidora y cariñosa, que significa Pisco.
Alessandra es una chef que se entrega con franqueza y humildad a su cocina, sin desplantes ni poses, no obstante que el restaurante que dirige es el único en México que ostenta la certificación de la Universidad San Ignacio de Loyola de “Auténtica Cocina Peruana” con la autoridad de promoción turística PROMPERÚ, que distingue a Pisco “como un restaurante que salvaguarda y enaltece la gastronomía peruana”.
Dueña de una sólida formación profesional, y con maestros como Gastón Acurio, Alessandra es una chef dueña de técnica y oficio que sin embargo hace hincapié en la solidez de su herencia familiar.
Sus raíces están en Quintos, una población muy cercana al Brasil amazónico en el que incluso se habla portugués. Alessandra guarda amorosamente esa herencia que se proyecta sabores dialectales que dan una naturaleza única a su menú.
Además ha sabido adaptarse a México y las posibilidades en torno a los ingredientes, manteniendo los signos de identidad que trazan el sentido de nacionalidad peruana.
Alessandra ha trabajado en Qatar, Dubai, Tailandia y Brasil. Llegó a México, fluyendo con la capacidad y el carácter que distingue a muchos latinoamericanos, en la cultura mexicana y, desde luego, en su cocina.
Con esa visión y esa capacidad de integración, ha sabido escribir una historia personal y colectiva de la gastronomía peruana en el complejo palimpsesto de comer cotidiano en la Ciudad de México.
Una visita a Pisco invita a disfrutar de platillos tradicionales como el Cebiche clásico, conformado por pescado, leche de tigre, cebolla, camote y granos de elote; la clásica causa Pisco (pastel de puré de papa con relleno de aguacate y pollo con aceituna bojita, huevo, salsa huancaina y salsa criolla); el tiradito de atún que da un twist con la salsa oriental won tong y ajonjolí; así como el anticucho Pisco (brochetas de corazón de ternera en salsa anticuchera) y el exquisito lomo saltado, filete de res salteado con cebolla y jitomate en salsa oriental acompañado de arroz y papas a la francesa.
A la hora de los postres, hay que disfrutar la deliciosa provocación del Suspiro limeño hecho a base de leche condensada y evaporada, yemas y merengue al oporto, al igual que de los alfajores y el mousse de maracuyá o de lúcuma, fruta de Perú que, como dice Alessandra, se conoce también como “el oro de los incas”.
Pisco es un reducto inspirador para los comensales que buscan vivencias y emociones irrepetibles. Cuenta con un servicio atento, cálido y con mucho conocimiento de las propuestas de la chef Alessandra.
Tiene una coctelería muy propositiva y animosa para las cualidades de la cocina que nos convoca; sin faltar el típico Pisco Sour, pero también con plausibles variantes como el Pisco Spritz y la versión Pisco del clásico Negroni.
Pisco
Dir: Thiers 232, Anzures, CDMX
Horario: miércoles a sábado de 13:00 a 22:00 hrs y domingo a martes de 13:00 a 18:00 hrs
Tel: 55 6307 6399 / Whats App: 551939 3983
Facebook: @RestaurantePiscomx
Instagram: @restpisco
Twitter: @Pisco_Grill