Los buenos sabores apechugan
¿Vino tino o blanco para el pollo? Wendoli del Río de la empresa Envinarte nos guía en este dilema
“Una cata nos sirve para trasmitir a los demás las sensaciones que nos da el vino. Por ejemplo, recuerdo a mi abuelo con aromas a lavanda y violeta; si alguien me preguntara ¿qué me recuerda mi abuelo?, le diría esos aromas. Es lo mismo con el vino, si lo analizo como si fuera una persona será más fácil trasmitir lo que siento al probarlo y no decir simplemente decir ¡Ah, está bueno! Tenemos que ir más allá, debemos tomarnos el tiempo para analizarlo y ver que nos hace recordar y sentir, probarlo con un mismo platillo y armar nuestro propio maridaje. Se piensa que el vino blanco armoniza con pollo; el rosado con salmón, pero jamás pensaríamos en un tinto con estos platillos”, asegura Wendoli del Río, sommelier de Envinarte.
Esta empresa se aboca a la producción y promoción de vinos mexicanos, principalmente del Valle de Guadalupe. “En Envinarte nos dedicamos a hacer vinos de alta calidad a un precio justo para el consumidor. La intención no es no sacrificar la calidad, pero tampoco jugar tanto con los precios, porque existe el tabú de que el vino mexicano es malo y caro. Queremos tratar de romper ese precepto y demostrar al público tanto mexicano como internacional, que está muy bien hecho”, asegura Del Río.
Para lograrlo, entre sus acciones destacan la promoción de catas, cursos y experiencias con público en general. Una de estas experiencias incluyó una clase de cocina con los chefs del hotel y posteriormente la degustación de los platillos bajo el mando de la sommelier. El primer vino degustado fue Piedra de Sol, un monovarietal Chardonnay de Casa de Piedra, propiedad del enólogo Hugo D’Acosta. Un vino con buena acidez, fresco y joven. Seguido por Möebius, de la bodega del mismo nombre enclavada en el Valle de Guadalupe, la cual se caracteriza por hacer vinos fuera de lo común. Este rosado está compuesto por Cabernet, Syrah y Merlot. El paso por barrica americana por 13 meses le otorgó notas tropicales como coco, durazno y cítricos, con un toque de amargor al final. Estos dos armonizaron con tostadas de salmón.
Cruz, bodega ubicada en San Antonio de las Minas, en Baja California, produce un vino homónimo, compuesto por Cabernet Sauvignon, Merlot y Petit Syrah. Un vino bastante intenso, tanto por la composición de las uvas, como por la enología del autor: Cruz Macías. Tiene paso por barrica de 13 meses lo que permitió redondear el tanino. La intención de la sommelier fue acompañar el platillo de pechugas a la florentina, aunque tanto el blanco como este tinto armonizaron con este platillo.
Para finalizar, los chefs ofrecieron tartas de frutos rojos, que igualmente sirvió para jugar con los tres vinos y ver cuál le iba mejor.
Te dejamos la receta de pechugas de pollo a la florentina. Te aseguramos que quedan deliciosas. ¡Buen provecho!
Pechugas de pollo a la florentina
AL ESTILO DEL HOTEL JW MARRIOT MEXICO CITY
Para 5 personas
INGREDIENTES:
- 5 piezas de pechuga de pollo sin piel y cortadas por la mitad para rellenar
Para el relleno:
- 1 kilo de espinacas limpias, desinfectadas y cortada en trozos grandes
- 250 gramos de champiñones fileteados
- ½ cebolla finamente cortada
- 200 gramos de arándanos deshidratados
- 200 gramos de queso de cabra
- 100 mililitros de aceite de olivo
- Sal y pimienta al gusto
Para la guarnición:
- 500 gramos de lechugas orgánicas limpias y desinfectadas
- 2 naranjas cortadas en supremas (sin piel y sin semillas)
- 200 mililitros de vinagreta de miel y mostaza
- 1 kilo de papas cambray roja enteras
- 200 mililitros de mantequilla derretida
- 100 gramos de hojas de albahaca fresca
TIEMPO DE PREPARACIÓN 25 MINUTOS
Freír la cebolla en el aceite de oliva. Agregar los champiñones, las espinacas y los arándanos, poner sal y pimienta. Una vez que estén suaves, retirar y enfriar. Agregar el queso de cabra y rellenar las pechugas con la mezcla. Cocinarlas en horno por 20 minutos a 180 °C, hasta que tengan una temperatura interna de 74 °C.
Para la guarnición: Hervir las papas cambray en una cacerola con agua, sal y pimienta hasta que queden suaves, 15 minutos aproximadamente, escurrir y cocinar en una sartén con aceite de oliva. Salpimentar al gusto.
Para la salsa de mantequilla y albahaca: Mezclar la mantequilla con la albahaca.
Para montar el platillo: Cortar la pechuga rellena por la mitad y poner sobre un plato. Agregar las papas cambray. Poner a un costado del plato las lechugas y decorar con las supremas de naranja. Aderezar con miel y mostaza.
Finalmente, bañar el pollo con la mantequilla de albahaca.