Las Tardes de los Pingüinos son en Lo de Julio
Disfruta de elocuentes vinos y deliciosa comida en una experiencia que retoma una simpática tradición sudamericana
Si todavía no conoces la tradición de las Tardes de Pingüinos, anímate cualquiera de estos días a visitar Lo de Julio, en la calle de Oxford, en la colonia Juárez, y disfrutar de una buena jarra de vino en sintonía con alguna de las sabrosas especialidades de este restaurante de reminiscencias uruguayas.
No es cosa de ponerse tan solemnes, ni esperar una cata tan elaborada, que si bien puede suceder, la ocasión invita más bien a una tarde de relax, de buena charla, del deleite de platillos que ya son por si solos una celebración.
Las Tardes de los Pingüinos hace un reconocimiento, una recuperación, de una de las tantas ocasiones en ciudades de Uruguay y Argentina en que la gente se reúne para tomar una o varias copas de vino, y disfrutar de la cocina cotidiana, sin faltar los tradicionales gnocchi de papa, tan propios del día 29 de cada mes, justo cuando la gente ya está gastada y esta preparación es el elemento perfecto de una cocina opulenta, pero de costo muy amigable, como suele suceder en tantas culturas del mundo.
“Era un vino de consumo popular que solía ofrecerse en los establecimientos en jarras de diferente medida, pero con la curiosa forma de distintos animales, como elefantes o pingüinos, siendo estos últimos los que terminaron siendo las figuras más populares y que ahora retomamos en esta propuesta. Son jarras que te permiten beber tres o cuatro copas por persona, dependiendo la medida. Es algo sin muchas complicaciones; lo importante es que disfrutes la ocasión y te animes a gozar del vino, de la comida, de la charla”, dice el chef corporativo Edgar Delgado.
“En Lo de Julio nos hemos preocupado por tener buenas etiquetas, contar una buena selección de distintos países que vayan de la mano con nuestra propuesta: calidad y la oportunidad de pasar buenos momentos y disfrutar buenas experiencias a precios razonables. Es un lugar para gozar, lleno de entrañables notas familiares que recuerdan y remarcan esas vivencias de familia y de amigos. Así, las Tardes de los Pingüinos son una invitación a hacer de la mesa un punto de encuentro, teniendo al vino como conductor de momentos únicos”.
Marcado por una atmósfera acogedora, con ese espíritu de barrio que crea comunidad, Lo de Julio se ha distinguido por su excelsa panadería, producida en sus hornos, y sus elocuentes desayunos y almuerzos que son un festín para muchos de los transeúntes y gente de oficinas de esta animada zona capitalina.
Pero también es la ocasión del remanso vespertino, de una sabrosa comida en la que no puede faltar, por ejemplo, sus proverbiales Pastas; las suculentas Milanesas de res; los Gnocchi de papa con salsa pomodoro, pesto de albahaca y parmeso, la Porchetta rostizada que es protagonista de distintas preparaciones; y de deliciosos postres como el Pudín de pan con crema batida y dulce de leche.
A través de las Tardes de Pingüinos, Lo de Julio brinda una faceta renovada de los placeres culinarios con un sentido de autenticidad, sencillez y franqueza; abriendo la ocasión para que tintos, rosados y blancos sean nuestros anfitriones de sabrosos momentos en este rincón con encanto y deliciosos aromas en el mapa culinario de la Ciudad de México.
Lo de Julio
Dir. Oxford 35, col. Juárez
www.lodejulio.com.mx/