La travesía de Patricia Quintana
Después de 50 años de trabajo de la chef, el verdadero homenaje es la valoración y la difusión de su legado: símbolo de empeño, razón y sencillez
Sin duda el encuentro más emotivo en 2015 fue el homenaje realizado a la chef Patricia Quintana en el marco de sus 50 años de trabajo ininterrumpido en todo el sentir de la cocina mexicana: los fogones, la investigación de campo, el desarrollo de importantes libros que son un referente indiscutible de técnicas, recetas, historias de vida, el apostolado en busca de la difusión de los valores de la gastronomía nacional como baluarte de nuestra compleja y dinámica cultura. Patricia Quintana nos ha enseñado a ver el fuego, el barro, el maíz, los chiles, los quelites como signos de una identidad variante, contradictoria, pero siempre plena y renaciente.
Veo en Patricia Quintana no solo a esa cocinera amorosa que siempre nos ha brindado sus platillos con una sonrisa, con un sutil gesto de picardía como el de una niña que siempre quiere sorprendernos e incitarnos a descubrir la travesura; la incansable viajera que literalmente nos impulsa a cobrar fuerzas en el camino: es la figura ligera, aparentemente frágil, fragante, luminosa, que nos hizo llegar, en una de los viajes de Aromas y Sabores, a la cima de la pirámide de Calakmul, luego de verla sortear niveles y escalones con ejemplar empeño; veo a la gran embajadora de México, de su cocina, de su cultura: no por un título comercial o político, sino ante todo por ese gran porte, por esa majestad que solo es propia de la gente sencilla, humilde, cálida, dueña de esa figura que nos enmudece siempre por su luz, por su clase, por su incuestionable don de gentes.
Dueña de una extensa y valiosa obra bibliográfica, Patricia Quintana ha tenido siempre el mérito de la paciencia, del recato, de la traza puntual de cada línea, el esbozo prudente, el dimensionamiento del factor social e histórico como plataforma para el entendimiento del fenómeno gastronómico. El resultado son libros que al paso del tiempo mantienen su solidez y emanan una sabiduría viva. No menos elocuente es desde luego su Polvo de jade, la novela abierta a un mundo de sensaciones, de aromas, de presagios, de heridas, de femineidad intensa y rebullente; de cavernas, paisajes cósmicos interiores; de miradas femeninas dispersas en los fragmentos del espejo roto.
Patricia Quintana es merecedora de muchos homenajes, y ahora en el plano de tantísima euforia por la gastronomía, y cuando tantísimos quieren subirse al tren de la cocina mexicana, como refirió hace poco un político, la chef merece un amplísimo reconocimiento que dimensione y haga recordar la importancia de figuras como ella, no solo en temas culinarios, sino en la cultura mexicana y su promoción hacia el exterior.
El verdadero homenaje significa proyectar sus valiosísimas aportaciones a las nuevas generaciones y a un público más amplio que la endémica “comunidad gastronómica”. Libros, videos, programas de televisión son parte de una valiosísima investigación y de un testimonio único que se inserta como una genuina y auténtica celebración de la cocina mexicana y sus valores intrínsecos.
“Durante toda mi carrera siempre he buscado dejar un legado en la gastronomía mexicana, mi forma de trabajo siempre ha ido orientada a la investigación de campo, para poder entender las cocinas ancestrales, dando así luz y conciencia a los jóvenes interesados en nuestra cocina”, dice Patricia Quintana.
La más reciente obra de Patricia Quintana, La Travesía, es el resultado de su viaje por Sinaloa en 2014, en barcos pesqueros, teniendo a partir de ello la oportunidad de conocer la labor de la población local en la pesca y el proceso de transformación hasta llegar a los enlatados que son parte fundamental de la alimentación en México.
“Es una obra que busca revalorizar los productos del mar y el campo, apreciando la tierra y plasmando en su cocina, la versatilidad de platillos que pueden estar al alcance de todos, como el atún, alimento con prestigio que se considera apropiado para cualquier edad y cuyo consumo aumenta año con año.
“Con este recetario queremos incentivar a las personas para que entren a la cocina y preparen platillos de una manera sencilla sin invertir mucho tiempo, pero que a la vez sean nutritivos y atractivos, es decir, solo abrimos una lata, la preparamos fácilmente, va a la mesa y después al paladar”, expresa Quintana.
Patricia Quintana: mujer única, intensa, dama de la cocina: nos ha marcado con su sazón que es ante todo una expresión de vida.
La Travesía contiene alrededor de 100 recetas elaboradas con productos de las marcas Dolores Premium y Brunswick, además de los aderezos y salsas artesanales Gavilla, de Patricia Quintana. Este viaje gastronómico está disponible a través de una aplicación (app) totalmente gratuita para dispositivos móviles desde noviembre, en plataformas iOS y Android. Los usuarios podrán descargar las recetas que se actualizarán constantemente, compartirlas en redes sociales, marcar, enviar o buscar como favoritas y calificarlas.
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