‘La pasión, esencia de nuestros vinos’

‘La pasión, esencia de nuestros vinos’

Leticia Pérez Cuevas, de Bodegas Ontañón, expone en México las virtudes de una empresa emblemáticamente riojana
Leticia Pérez Cuevas 2“Somos una empresa con mucha pasión; no es gratuito que el lema de nuestra bodega sea precisamente ‘Pasión por la viña, pasión por el vino, pasión por el arte'”, dice Leticia Pérez Cuevas, directora de la bodega riojana Ontañón en su reciente visita a México.
Agrega: “Mi familia proviene de Quel, en La Rioja. Allí, durante generaciones, hemos cultivado las viñas. Mi padre, junto con mi abuelo Goyo, comenzó la comercialización de los vinos de Ontañón en los años 70.
“Pertenecemos a una comunidad de agricultores enamorados de la tierra. Mi abuelo y mi padre nos inculcaron ese arraigo, nos lo transmitieron, a mí y a mis hermanos, desde muy pequeños. Sin duda es por ello que los más bellos recuerdos infantiles están asociados con el terruño, con los viñedos; y es por eso que ahora que somos adultos y estamos a cargo de la bodega mantemos firme la convicción de que lo más importante son las viñas. En Rioja tenemos un refrán que dice que ‘el que vende su viñedo pierde’, y eso es muy cierto, ya que no es solo un pedazo de tierra, es un sentido de pertenencia”, explica.
Ontanon-barricasAñade que el mundo del vino siempre ha sido muy romántico. La elaboración de este producto era de carácter familiar y una de las formas más emotivas de interactuar con la comunidad.
“Solo en nuestro pueblo hay más de 250 cuevas donde las familias solían guardar su vino y siempre había motivo para celebrar y convivir en torno a una buena comida. Ocurre que tanto el vino como la uva era algo que tradicionalmente se vendía a las grandes bodegas, las empresas de renombre, hasta que un buen día, como ocurrió en nuestro caso, comenzamos a comercializarlo nosotros mismos.
“Detrás de un vino siempre está la uva. El viñedo es uno de nuestros pilares fundamentales. Hacer vino no consiste en una fórmula mágica. Es más bien un adaptarse a las variedades, al ciclo de maduración de la uva, a la técnica de elaboración. Todos estos ingredientes se combinan cada cosecha con el objetivo invariable de conseguir la máxima calidad y la máxima expresión”, indica.
Ontañón ViñedoLa calidad se antepone a la calidad, recalca Leticia. El vino como una obra de arte, desde la tierra hasta la copa. En las viñas Ontañón, la vida de cada cepa se cuida como los padres lo hacen con sus hijos. Y los racimos se vendimian sólo cuando la uva ha alcanzado su maduración óptima.
“Ontañón no es sólo una bodega, sino toda una filosofía. Son años de trabajo e ilusión, tanto en las viñas, que son nuestros pilares, como en la conjunción de vino y arte. Nuestro equipo entiende la elaboración del vino como un hecho artesanal que nos transporta a los orígenes de la civilización mediterránea. Más tarde, durante su estancia en barrica y botella, adquieren su delicado paladar consiguiendo así excelentes vinos de alta gama”.
Además de su importante labor en el terreno vinícola, fruto en amplia medida de una sólida tradición familiar, Leticia es Ingeniera en Telecomunicaciones y trabajó durante más de una década en la Agencia Espacial Europea (ESA). Estudió Ingeniería de Telecomunicaciones en Pamplona. Posteriormente viajó a Bolivia con el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) del gobierno español.
ontañón botellaDespués trabajó durante más de 12 años en la Agencia Espacial Europea (ESA), en varios proyectos, entre otros, fue responsable del instrumento científico Low Frequency Instrument (LFI) del satélite científico PLANCK, utilizado para el análisis de la radiación de fondo del cosmos; así como de un detector de rayos en la Tercera Generación del satélite de observación de la tierra Meteosat; el Lightning Imager, MTG-LI.
Hace poco más de un año regresó a sus labores en Ontañón, dedicándose a la investigación en el campo y en la bodega; así como a un segmento de la comercialización de los vinos.
“La verdad es que mi madre se sorprendió muchísimo cuando les dije que quería regresar a la bodega, incluso se oponía a ello. Ahora, junto con mis hermanos, trabajamos en diversos proyectos, ya que nos queda claro que nuestro objetivo no es únicamente producir vino. Desde luego mucho de nuestros esfuerzos convergen en las actividades culturales y en nuestro museo, pero también en el tema del enoturismo y todo aquello que implica enlazar al vino con los actos más cotidianos, como es la convivencia y desde luego la cocina.
“Tengo maravillosos recuerdos de la infancia y eso es algo que quiero transmitir, y no solo a mis sobrinos pequeños. Es por eso que estamos desarrollando actualmente el programa ‘La cara oculta del vino‘, una actividad dirigida a los niños de las escuelas con el interés de que profundicen en el significado y el valor que tiene un viñedo y todos los factores que involucra, desde el trabajo del productor hasta los diversos elementos naturales que confluyen en su desarrollo y permanencia. Se trata de una aventura en la que los niños se divierten, pero también toman conciencia sobre el valor de la naturaleza, la labor cotidiana de los productores y todo lo que confluye en el maravilloso universo del vino”, precisa Leticia Pérez Cuevas.
UNA LÍNEA DE CLÁSICOS
ONTAÑÓN CRIANZA
Ontanón CrianzaLa fermentación de este vino se realizó con mucha calma, ya que se extendió a lo largo de 20 días, quedando los hollejos en maceración 8 días más para extraer toda la personalidad de las variedades utilizadas. Su crianza se efectuó en barricas de roble americano (60 %) y roble francés (40 %) con una duración de 12 meses, en los que se hicieron 2 trasiegos.
FICHA TECNICA: 90 % Tempranillo; 10 % Garnacha (de viñas viejas).
Maceración larga con temperatura controlada de 25-28ºC. 12 meses en barrica de roble (americano y francés).

  • COLOR: Rojo rubí, Cubierto en capa. Muestra ribetes violetas de su juventud.
  • AROMA: Complejo. Especiado y con toques balsámicos. Frutas maduras, lácteos, especias suaves, trufa y notas minerales.
  • GUSTO: Entrada amplia y equilibrada. Resulta sabroso, carnoso y lleno de matices frutales y de noble crianza.
  • GASTRONOMIA: Legumbres, Carnes Rojas, Caza, Queso, Jamón y Patés.
  • SENSACIONES: La armonía de este vino es la consecuencia de un aroma potente, frutal y especiado que dibuja una entrada amplia y equilibrada en la boca. Su juventud se perfila en matices violetas en color y afrutados en boca, que logran un sabor poderoso lleno de sensaciones de naturaleza.

ONTAÑÓN RESERVA
Ontanón Reserva 2004Algo muy importante a destacar en la selección de uvas para este Reserva excepcional es sin duda las variedades utilizadas, ya que aunque su fuente principal es el Tempranillo, también destacaríamos la variedad Graciano que procede de una de nuestras viñas más salvajes y más bonitas, La Pasada.
FICHA TECNICA: 95% Tempranillo, 5 % Graciano
Maceración larga con temperatura controlada de 26-28ºC. 24 meses en barrica de roble (americano y francés). Trasiegos controlados minuciosamente cada 4-6 meses.

  • COLOR: Rojo intenso, irisaciones tejas, se concibe como un vino de guarda.
  • AROMA: Aromas complejos y ricos ligados al terruño. Inhala los aromas de las frambuesas, paladeando la efusión del chocolate fuerte.
  • GUSTO: Vejez bien asimilada. Frutas maduras sobre un fondo tostado.
  • GASTRONOMIA: Jamón y Quesos Curados e Ibéricos, Patés, Asados y Carnes Fuertes.
  • SENSACIONES: La intimidad es la nota clave de un vino rojo intenso, especiado y suave, que se desliza ofreciendo una total sensación de confianza. Es un vino para evadirse, para degustar y disfrutar, gracias a su complejo aroma de frutas maduras sobre los limpios tostados.

ONTAÑÓN GRAN RESERVA
Ontañón Gran Reserva 2001Tiene su origen en un pago excepcional, La Montesa, situada a 600-700 m de altitud, zona límite de cultivo. Su microclima resulta ideal para la obtención de vinos capaces de ofrecer la más alta expresión de calidad, para este ONTAÑON GRAN RESERVA, que aporta renovados aires enológicos al tradicional buen hacer de la bodega. Vino de gran color y cuerpo, criado 24 meses en Barrica de Roble (Americano y Francés) y su paso sosegado y silencioso en botella.
FICHA TECNICA: 95% Tempranillo, 5 % Graciano
Maceración larga con temperatura controlada de 26-28ºC. 24 meses en barrica de roble (americano y francés).

  • COLOR: Rojo intenso, gran capa, reflejos tejas, muy brillante.
  • AROMA: Desde el fruto hasta aromas más elaborados de la barrica caracterizados por especias y tabaco. Buena combinación de tonos tostados con los de la variedad. En retro-nasal aroma intenso, elegante y de gran persistencia aromática.
  • GUSTO: Equilibrado, redondo, lo que anticipa en nariz lo cumple con seriedad en boca. Sensación plena en boca, tacto agradable y gran persistencia.
  • GASTRONOMIA: Jamón y Quesos Curados e Ibéricos, Patés, Asados y Carnes Fuertes.
  • SENSACIONES: Es un vino completo con un corte que recuerda los vinos clásicos de Rioja pero con la magnitud de un vino de nuestra época.

Rubén Hernández

Rubén Hernández es director general de Crónicas del Sabor. Periodista cultural con una amplia trayectoria en el ámbito gastronómico. Ha sido editor de suplementos especiales en periódicos como Reforma y El Universal, donde tuvo a su cargo la edición de los suplementos Buena Mesa y Menú, respectivamente. A lo largo de su carrera ha participado y colaborado en diversos periódicos, como Novedades, Unomásuno, El Sol de México, El Nacional, El Financiero, Diario Monitor y 24 Horas, entre otros. Asimismo ha publicado en distintas revistas y publicaciones especializadas como Claudia, Bon Vivant, Epicur, Catadores, Golf Tournament, Hedoné y Soy Chef. Actualmente es también coordinador de Comunicación de Vatel Club México y columnista de Gastrolab, de Heraldo de México.

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