El nuevo rostro de una leyenda del vino mexicano
Una nueva imagen y la invitación para gozar de una experiencia única con Monte Xanic y las grandes expresiones de la gastronomía, incluyendo desde luego la mexicana
“Dentro de una botella de Monte Xanic no está solo la historia de una empresa, es la historia de una comunidad, el esfuerzo y la pasión de mucha gente que participa en la elaboración del vino. Es una historia colectiva que inició hace años con un objetivo de excelencia, pensando siempre en la calidad, valorando y fortaleciendo una tradición. Eso es algo que no podemos, ni queremos cambiar. Podemos avanzar en la modernidad a partir de una nueva imagen, pero los valores que nos dieron forma siguen vigentes, inalterables, y serán siempre la base del trabajo que continuemos desarrollando”, dice Hans Banckhoff, director general de la vinícola bajacaliforniana en el marco de la presentación de su nueva imagen.
Con 28 años y una historia de liderazgo en el mercado del vino, marcando una incuestionable presencia en lo que se refiere a los mercados internacionales, la empresa establece una nueva identidad gráfica con nuevas etiquetas en sus líneas Gran Ricardo, Ediciones Limitadas, Monte Xanic y Calixa, productos que, por otro lado, han sido premiados a partir de los rigurosos procesos de producción. En 2014, la compañía recibió el ISO 9001: 2008 en los procesos de cosecha y producción de vinos.
“No se trata de crecer y de buscar los mercados internacionales solo por el hecho de abrir más fronteras. La cuestión es desarrollar un crecimiento razonado, con bases. Por ello resulta estratégico avanzar primero en mercados como el estadounidense, ya que hay se fincan normas, criterios, estándares, reconocimientos y premios que facilitan la entrada a los mercados europeos y asiáticos”, explica Banckhoff.
Precisa: “Creemos en la innovación permanente como nuestro camino para mantenernos a la vanguardia en la industria vinícola. La innovación la vivimos a diario en nuestros procesos y productos para ofrecerle a nuestros consumidores una experiencia sorprendente y la mejor calidad cuando beben nuestros vinos”.
Con relación a la imagen, explica que el logotipo corporativo conserva una tipografía limpia, fuerte y alineada en donde el peso está en el nombre de la marca, como un recordatorio de la experiencia y el compromiso con la calidad, los procesos y la alta tecnología.
“La frase Bodega Vinícola quisimos que fuera una traducción del concepto Estate winery, que significa conservar la calidad, donde el 100 %del vino debe hacerse con uvas ya sea nacidas en el terruño o controladas por la bodega. También es un compromiso con el proceso de producción que debe completarse en el mismo lugar: prensado, fermentación y embotellado. El ícono clásico de Monte Xanic: La flor que brota de la primera lluvia, se transforma en una flor más sólida gracias a la vid. Una vid construida a lo largo de 3 décadas de trabajo de Monte Xanic”, indica.
Resalta que en el ícono se visualiza la gota de la primera lluvia que marca el futuro de cada vendimia. Las 15 nuevas etiquetas resaltan la personalidad de cada marca. El diseño de Gran Ricardo fue creado para honrar la memoria de uno de los socios fundadores de Monte Xanic, conservando la firma original y su memoria.
Por otro lado, el diseño de Edicion Limitada hace énfasis en el varietal de la uva, resaltando su poder y la personalidad propia. La firma del enólogo indica la exclusividad del producto.
“La línea Monte Xanic representa el nacimiento de la compañía y su éxito. Las etiquetas de esta línea expresan el origen: primero el ícono con su interpretación de legado, después con palabras el sello del terruño: Valle de Guadalupe, Baja California, México“.
Calixa, “el vino de diario”, como apunta Backhoff, refleja la expresión de la generación milenio. Su relación con Monte Xanic queda manifestada desde el comienzo, pero a la vez el diseño poderoso de Calixa, otorga una personalidad propia donde se aprecia el futuro.
Pero la nueva imagen de los vinos de Monte Xanic no solo es una invitación a redescubrirlo a través de la forma, es también una sugerencia explícita a leer y apreciar todas sus posibilidades en su armonía con la cocina mexicana: un tabú con el que empresas como Monte Xanic han roto, entre tantos otros.
“Es tiempo de superar paradigmas y descubrir las grandes armonizaciones que pueden llevarse a cabo, como es el caso de la cochinita pibil con vino rosado. La experiencia abre nuevas posibilidades para el goce de nuestra maravillosa gastronomía; los esquemas de apreciación abre nuevas fronteras”, dice.
“En Monte Xanic buscamos todos los días ser el mejor vino Premium del país mostrando un respeto a la tradición vinícola, a la calidad y experiencia”.
@cronicasabormx
Fotos: Cortesía