El chocolate que impacta al mundo
Pacari se encuentra entre las empresas más exitosas a nivel mundial, reconocida en foros como los International Chocolate Awards por la calidad de sus productos, pero sobre todo por su filosofía de respeto al medio ambiente y a los campesinos
Ecuador es reconocido a nivel internacional por la pureza y la riqueza de su cacao; así como por la delicada manufactura chocolatera que se lleva a cabo a partir de este tesoro que forma parte de la historia misma de este país sudamericano. Desde la época prehispánica, como en otras latitudes de América Latina, el cacao ha sido parte esencial de la idiosincrasia de las comunidades ecuatorianas, siendo moneda, símbolo de prosperidad, identidad y continuidad de la sociedad en su vínculo con la tierra.
El cacao ecuatoriano es parte importante de la economía nacional y un elemento distintivo del carácter de la tierra, que ha brindado todos los elementos para que la producción cacaotera se perfile entre las más relevantes del planeta, representando alrededor del 80% de la producción total en el orbe. A lo largo de varias generaciones, el campo ecuatoriano ha sido escenario de una producción que ha trascendido las fronteras nacionales, marcando también la evolución de una industria que hoy apunta, en mayor medida, por los productos premium y una política de sustentabilidad y cuidado del medio ambiente.
“El agricultor de pequeña escala es nuestro aliado y el principal vínculo con la naturaleza Les brindamos un precio justo por su labor, permitiéndoles ampliar sus conocimientos acerca del cuidado de la tierra y logrando que sean parte de un proceso humano y social de producción de chocolate de la más alta calidad”.
Santiago Peralta, director de Pacari
Entre las empresas que destacan en este sector se encuentra Pacari, líder en esta área y con una historia de éxito que la posiciona entre las más reconocidas en el mapa chocolatero internacional, no solo por la calidad de sus productos, sino por las prácticas amigables con la sociedad y con el medio ambiente que ha determinado que cuente con importantes certificaciones y avales, además de premios por la calidad de sus creaciones, desarrolladas a través de la filosofía Tree to Bar, que determina el cuidado y manejo de rigurosos procesos desde el surgimiento de la planta hasta la obtención del producto final.
La empresa fue fundada en 2002 en la capital ecuatoriana por Santiago Peralta y su esposa, Carla Barboto. Desde entonces, Santiago, Carla y su equipo de trabajo han desarrollado procesos fundamentales para optimizar la calidad del chocolate que se obtiene luego de una delicada labor de cultivo del cacao, así como los procesos posteriores de tratamiento, hasta llegar a las etiquetas que hoy son símbolo del exquisito trabajo que realizan en todas las áreas.
Santiago Peralta estuvo recientemente en México para realizar distintas pláticas y presentaciones con profesionales de la restauración, food service y medios de comunicación. El objetivo ha sido dar a conocer más detalles sobre sus productos, abriendo mercado en el escenario nacional, donde el cacao y la chocolatería premium juega cada vez un papel más importante en el escenario culinario.
“Pacari es una palabra quechua cuyo significado es naturaleza. Es una empresa que nace de un sueño; la búsqueda de generar un impacto positivo en el mundo, cambiando su historia a través del chocolate. No queremos ser el mejor chocolate del mundo. Queremos ser el mejor chocolate para el mundo”, dice Santiago.
Uno de los objetivos de Pacari ha sido transformar la vida de los campesinos del sector cacaotero, ofreciendo mayores retribuciones a su trabajo a las acostumbradas tradicionalmente, mejorar sus condiciones de vida, las expectativas de desarrollo de ellos y de sus familias; así como ayudar a la conservación y preservación del campo, del planeta, con las más exigentes medidas de cuidado al medio ambiente.
“Hemos marcado una transformación en la industria al pensar en el campo y en la gente. Hemos buscado que los campesinos vean un futuro digno en este segmento, que la actividad diaria se desarrolle con dignidad, con respeto al hombre y al campo. Tradicionalmente, por ejemplo, la gente estaba acostumbrada a cargar costales de 60 kilos de cacao. Una de las cosas que hicimos fue empacar en costales de 20 kilos, de manera que las personas aligeren su carga y el esfuerzo.
“También hemos procurado que su calidad de vida se incremente: pagamos tres veces más de lo que generalmente se pagaba por su servicio. También nos hemos ocupado de ofrecer más alternativas para la educación de los niños, que puedan ir a la escuela limpios, con buen calzado, bien alimentados. Actualmente más de 400 familias tienen un impacto positivo en sus vidas a través del trabajo en Pacari y nuestra marca llega a más de 40 países”, explica.
Añade: “Cada barra de chocolate es el resultado de un proceso humano. Es la manifestación del alma de la comunidad inspirada en la sostenibilidad y la cultura ancestral del chocolate. Cada producto es tan único como su pepa de cacao, logrando generar sabores irrepetibles en cada barra, a los que agregamos ingredientes innovadores y endógenos del Ecuador”.
www. pacari.com