El centro del mero antojo
Street Food Center expone algunas de las más sabrosas expresiones de la cultura del food truck en la Ciudad de México
“Nuestro espacio es una alternativa para quienes tienen necesidad de un lugar de trabajo. Es una opción segura y una manera armónica de integrarnos a la vida y a los gustos de una comunidad. Algunos incursionan en el negocio de los food trucks como una vía para desarrollar una inversión; para otros ha surgido como una plataforma en la que han decidido canalizar sus ahorros con la idea de generar un patrimonio familiar. En cualquier caso, Street Food Center ofrece un lugar para trabajar, con todos los servicios y acorde con los lineamientos que establece la legislación de la Ciudad de México”, dice Luis Elvira, socio propietario, junto con Juan Miguel Agudo, de este espacio gastronómico-cultural inaugurado oficialmente el pasado 15 de mayo que próximamente tendrá réplicas en ciudades como Monterrey, Guadalajara y Mérida.
Ubicado en el número 11 de la calle de Salamanca, en la colonia Roma Norte, es un espacio cerrado que alberga food-trucks de diversas especialidades: pretzels, tlayudas, tacos y burritos. Servido México, Knot & Loop, Burros con alas, Deli Bites, Nanixhe, Trokachula, Tabage y los famosos tacos de El Villamelón forman parte del repertorio de este espacio gastronómico que, como indica Luis, abre los 365 días del año, de 8 de la mañana a 8 de la noche.
“Respondemos a una necesidad en todos los sentidos. Hace dos meses este espacio era un baldío lleno de maleza. Pocos pensaban que podríamos desarrollar algo como lo que hoy estamos viendo. Debo confesar que es un lugar al que le tengo mucho cariño, ya que precisamente en este terreno estaba ubicada mi preparatoria, la Vasco de Quiroga. Es una zona en la que crecí, conozco su historia, sus calles. Me da mucho gusto que la gente haya creído en el proyecto y se hayan sumado rápidamente, con plena confianza y entusiasmo”, advierte el también propietario de Ok Food Trucks, empresa dedicada a la fabricación y desarrollo de negocios móviles.
Subraya que son responsables de la fabricación de muchos de los food trucks que actualmente operan en México; sin embargo éste no fue el criterio de admisión para los negocios participantes en Street Food Center.
“No se trata solo de incorporar a las empresas y franquicias que son nuestros clientes. Por supuesto algunos de ellos participan en este espacio; pero hay otros que han llegado sin necesidad de tener un antecedente con OK Food Trucks. Un punto fundamental es que nos preocupa mucho la calidad y la seguridad. En los equipos que fabricamos contamos con instalaciones que cumplen con estándares de aeronaves. En el caso de los equipos que no han sido producidos por nosotros, hablamos con los propietarios, de manera que hagamos una revisión y les brindemos una asesoría para uniformizar las normas e implementos de seguridad en sus camiones”, indica.
Una renta mensual de 13 mil 500 pesos brinda a los arrendatarios además del uso del espacio, los servicios de luz, agua, atención de meseros y seguridad, entre otros. “El proyecto ha causado muy buen impacto. Algunos de los participantes han pagado su renta hasta por un año. No se trata de una competencia desleal, ni de un negocio inseguro, como muchos han querido hacer ver al creciente negocio de los food trucks. Ofrecemos seguridad e higiene, además de brindar una alternativa a aquellos negocios que literalmente no tienen donde ubicarse.
“Un food truck no es un chagarro subido en unas ruedas. Existen muchos negocios improvisados, pero eso no es algo que yo quiero ver en mi ciudad: algo que pone en riesgo la salud, o que incluso puede ser un peligro latente de otros accidentes. Pertenecemos a la Asociación Internacional de Franquicias Móviles, lo que nos brinda una línea de acciones que debemos seguir, de acuerdo con los estándares mundiales”, resalta.
Además de su interesante propuesta culinaria, Street Food Center está concebido como un mercado urbano que permita la convivencia y el desarrollo de diversas manifestaciones culturales.
“Se trata de que la gente que trabaja disfrute el espacio entre semana, y que en los fines de semana las familias puedan concurrir y encontrar no solo comida, sino también diversos atractivos culturales. Tendremos organilleros, espectáculos de ballet, jazz, talleres de manualidades y un mercado de productores. Queremos que la gente disfrute un concepto de ‘bueno, bonito y barato’, pero con un entorno y un concepto que garantice calidad y seguridad en todo sentido”, afirma Luis Elvira.
Fotos Crónicas del Sabor
@cronicasabormx