De vendimia en Encinillas
La presentación del nuevo Blanquísimo, vino elaborado 100% con uva Chardonnay; un menú con sabores de España, Italia, México y Francia, en franca sintonía con los vinos de la bodega; así como la presentación de Aleks Syntek, en un concierto que puso el punto culminante a la euforia y la convivencia, fueron elementos distintivos de la quinta fiesta de la Vendimia en Encinillas, en Chihuahua, bodega que ha establecido un referente a nivel nacional en lo referente a la producción vitivinícola en esta región.
“Es una fiesta muy especial para nosotros. Hemos tenido otras celebraciones de la vendimia, pero es la primera vez que consideramos una asistencia de más de mil personas. Es una fiesta del vino, pero también es mucho más para la gente de la comunidad, incluso del estado, ya que vienen personas de otros puntos, como Ciudad Juárez. Digamos que es la gran fiesta del pueblo, y eso nos da mucho gusto; porque es muy gratificante que ahora el vino chihuahuense sea un tema y una razón de celebración para la gente de Chihuahua”, advierte Édgar Ramos, director de La Casona, uno de los restaurantes emblemáticos de Chihuahua y responsable de la parte culinaria del evento.
“En el caso del menú servido durante esta celebración hemos querido ser muy cuidadosos, tanto en la parte de la logística de las cocinas como en la del servicio, y por supuesto en el tema de los platillos, con los cuales hemos querido exaltar las cualidades de los vinos de Encinillas. En el tema de España hemos incluido el tradicional gazpacho, maridado con el debutante Blanquísimo, que también ha sido el acompañamiento perfecto para la ensalada de evocaciones italianas, preparada con arúgula, espinaca, tomate deshidratado y parmesano reggiano”, añade.
Agrega: “En el tema de Sabores de México hemos servido un Solomillo de res en salsa de cebada y chiles, coronado con queso Cotija y hortalizas de campo. Para este platillo estelar consideramos ideal el Hacienda de Encinillas, mezcla de Cabernet Sauvignon (75%), Merlot (20%), con notas de Cabernet Franc (3%) y Petit Verdot (2%). El Dulce Final Francés está compuesto de un pastel Ópera, Tartaleta tibia de chocolate y Napoléon con frutos del bosque, maridado con María Rosé, producido con la variedad Merlot”.
Con una extensión de 50 hectáreas de viñedos de cepas europeas, tintas y blancas, a cargo de Javier Robles; y con la participación de Fernando Mendoza en la parte enológica, la familia Vallina, propietaria de la Hacienda, ha emprendido desde inicios de este siglo una labor que comenzó como pasatiempo y que paulatinamente se ha convertido en uno de los proyectos de mayor envergadura en la emergente industria vinícola de Chihuahua, en la que se contabilizan alrededor de 50 empresas, la mayoría familiares, aunque menos de una decena alcanzan ya niveles de competencia en el plano nacional.
En el caso de Encinillas, el proyecto ha representado una importante labor de investigación en aspectos de suelo, agua y clima; además de una estratégica inversión en tecnología aplicada. Figuras como Víctor Torres Alegre y Michel Rolland han sido asesores de esta empresa que actualmente produce alrededor de 15 mil cajas de vino al año y en la que, de acuerdo con Robles, uno de los ejes principales es la sustentabilidad y el cultivo de la uva a través de métodos orgánicos.
“Tenemos una importante presencia en el ámbito de la restauración, en Ciudad de México, Los Cabos y Cancún. Por supuesto en Chihuahua estamos en restaurantes como La Casona, donde se sirve el vino que lleva su nombre y que es una mezcla de Cabernet Sauvignon (65%) y Merlot (35%), añejado por un periodo de 12 a 18 meses en barricas de roble francés. Después de su embotellado permanece por un mínimo de 10 meses en botella antes de liberarlo al mercado”, expresa el enólogo de la bodega, Fernando Mendoza.
Otra de las etiquetas estelares de la bodega es Megacero, Premium Blend de Merlot (44%), Shiraz (34%) y Cabernet Sauvignon (22%), con un añejamiento de 18 a 24 meses en barrica de roble francés y permanencia mínima de seis meses en botella antes de salir a la venta. Es un vino versátil, actual, muy bien estructurado y con las cualidades para empatar con diversas expresiones de la gastronomía contemporánea, lo cual le ha valido una buena incursión en el ámbito restaurantero.
En un contexto de naturaleza e historia donde a los rigores del terreno se suma la inestabilidad política y social del siglo XIX y de los años de la Revolución Mexicana, Encinillas se encuentra en una antigua hacienda fundada en 1707 que ha sido testigo de intensos acontecimientos, como las correrías de las tribus apaches; o de ser resguardo del presidente Benito Juárez durante su peregrinaje en los tiempos del Segundo Imperio. Hoy sin embargo, luego de diversas restauraciones y recuperaciones, es un espacio que invita a la contemplación, al goce de la naturaleza y la arquitectura, al deleite de una tarde en sintonía con buenos vinos y la sabrosa comida regional chihuahuense, algo de lo cual pudimos disfrutar durante esta celebración de la vendimia de Encinillas.
La familia Vallina se ha preocupado de que, a la par del impulso a la producción vinícola, la exhacienda mantenga y preserve su histórico valor, como es el caso de la capilla de San Juan de las Encinillas, fundada por los frailes franciscanos en 1658, bellísimo inmueble que es ejemplo de ese amor de los propietarios actuales por la conservación y ponderación de la riqueza cultural de este estado lleno todavía de secretos. En esa misma sintonía, resalta también el interés de hacer de una parte importante de la propiedad una reserva natural en la que se resguardan algunas especies animales como bisontes, alces y osos; así como variedades representativas de la flora local.
En 2019 la vendimia de Encinillas marcó un nuevo referente en la promoción de la cultura del vino en Chihuahua, un estado en el que la industria del vino avanza; así como la cultura del vino entre sus habitantes. Empresas como Encinillas marcan la pauta para que cada día se hable más sobre los vinos de Chihuahua.
UNA TARDE PARA RECORDAR
- Excelente incluir entre las actividades sugeridas a los visitantes la preparación de su propio vino, incluyendo el embotellado del mismo. Una estupenda dinámica que tuvo mucho éxito
- Muy atinado promover la cerveza artesanal de Chihuahua con un stand dedicado a Filosa, una de las cervezas más representativas del estado
- El recorrido por la exhacienda, incluyendo la capilla franciscana es algo que no puede perder en una visita a la bodega
- Los vinos se sirvieron durante toda la tarde en estupendas condiciones de temperatura, lo que permitió apreciarlos tanto durante la comida como en la celebración posterior
- Muy bueno el grupo versátil que animó la fiesta desde un inicio y que culminó con rolas ochenteras y noventeras que pusieron a bailar a muchos
- Palomita por el concierto de Aleks Syntek, con sus temas clásicos y sus covers de gusto general que tuvo muy a gusto a distintas generaciones
- Genial la idea de incluir el stand de hot dogs, que fue todo un éxito cuando el hambre empezó a arreciar después de mucho baile y algunas copas
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Fotos: Nadia Luna