Cuida tu aceite de oliva

Cuida tu aceite de oliva

Conoce algunos consejos para que este producto de gran valor en la cocina se mantenga en las mejores condiciones y logres aprovechar sus virtudes

Elemento fundamental de la buena cocina e ingrediente básico de la dieta mediterránea, el aceite de oliva es un producto de amplia versatilidad y distintivo carácter, dueño de diversas propiedades nutricionales y de acentos que potencian y exaltan los sabores de múltiples platillos. Es un producto de altas virtudes culinarias, sin embargo tanto a la hora de su compra, como en su manejo en casa es importante seguir algunas normas que garanticen la conservación de su calidad y frescura.

Producto insustituible en los grandes placeres de la mesa.
Por ello es importante conservarlo adecuadamente en la cocina.

La empresa española Carbonell, líder mundial en la producción de aceite de oliva, nos brinda cuatro consejos para conservar este ingrediente en casa con los mejores estándares de calidad posibles.

I. Mantener en un lugar seco y fresco. Cuando el aceite de oliva extra virgen se expone a temperaturas cálidas, comienza a oxidarse y eventualmente se volverá rancio. Por lo tanto, guarde su botella lejos del calor (¡eso incluye su estufa!). Paul Miller experto en el tema, recomienda mantenerlo en un lugar que esté a 20° centígrados aproximadamente.

II. No guardar en el refrigerador. También es bueno saber que debemos evitar guardar la botella en el refrigerador, donde las bajas temperaturas harán que el aceite comience a solidificarse.

III. Evitar la luz brillante. El lugar ideal para guardar del aceite de oliva extra virgen es dentro de un armario o alacena. Si bien las botellas tintadas, como el envase verde de Carbonell, ayudan a evitar la penetración de los rayos ultravioleta, la exposición prolongada a la luz aún puede afectar el sabor. ¿No tienes alacena? No hay problema. Simplemente vierte el aceite en un recipiente cerrado de cerámica o estaño para mantenerlo fresco.

IV. Conservar en un envase bien sellado. Dejar la botella abierta o sin cerrar de manera correcta, permite que el aire acceda fácilmente al aceite, y eso acelerará el proceso de oxidación. El aceite altamente oxidado se convierte en aceite rancio, por lo que es importante volver a colocar la tapa después de cada uso.

Con información de Carbonell

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