Celebración oaxacaliforniana
Alejandro Ruiz llega con entusiasmo al Festival de las Conchas y el Vino Nuevo, mientras se prepara para la apertura de Casa Oaxaca en San Miguel de Allende, entre otros proyectos más
Es tiempo de trabajar juntos, de apoyarnos como sociedad, de reactivar la economía. El sector restaurantero necesita que todos los involucrados en su operación y desarrollo nos ayudemos, seamos participativos y realicemos actividades de beneficio compartido. De ahí mi interés, de participar en la edición de este año del Festival de las Conchas y el Vino Nuevo, en Baja California, como una forma de apoyar esta reactivación, pero sobre todo de pasárnosla bien con nuestros amigos y compañeros cocineros, y desde luego con los comensales, expresa Alejandro Ruiz, chef corporativo del grupo restaurantero oaxaqueño Casa Oaxaca.
En esta dinámica de trabajo y redimensionamiento de las labores en el fogón, Alejandro comenta sobre la apertura de nuevos espacios en la República Mexicana que se suman a la propuesta iniciada con Casa Oaxaca, en el centro histórico de esta ciudad, hace 17 años. Se trata de una nueva Casa Oaxaca en San Miguel de Allende, cuya apertura está prevista para julio próximo. Esta agenda de inauguraciones contempla asimismo un nuevo restaurante con la rúbrica de Casa Oaxaca, en Puerto Escondido; además de una cantina oaxaqueña en Xcaret y el flamante lanzamiento de la Cantina VI.AI.PY en el hotel Xcaret Arte.
“Estoy muy contento por los nuevos proyectos y por el entusiasmo que hay para que el sector restaurantero adquiera nuevamente la vitalidad que lo caracteriza. En el caso de la Cantina VI.AI.PY se trata de un concepto integrado en un bellísimo hotel de 900 habitaciones, en el que la gastronomía es parte fundamental de su atractivo, con la presencia de restaurantes en los que participan figuras como Jonatán Gómez Luna, Ricardo Muñoz Zurita, Paco Méndez y Roberto Solís“.
Con respecto a su participación en el Festival de las Conchas y el Vino Nuevo, que se celebra del 1 al 18 de abril, Alejandro comenta que más allá del evento mismo, su presencia es también una manera de refrendar los lazos que siempre ha tenido con la comunidad culinaria de Baja California, su gente, sus productos y productores, y que se refleja específicamente en un espacio como Oaxacalifornia, el restaurante ubicado también en la capital oaxaqueña.
“Estoy muy contento por los nuevos proyectos y por el entusiasmo que hay para que el sector restaurantero adquiera nuevamente la vitalidad que lo caracteriza”, Alejandro Ruiz.
“Un proveedor y querido amigo, Ezequiel Hernández, de Hamat, me invitó a ser parte del festival. La verdad es me pareció la oportunidad para hacer algo más amplio y refrendar esos lazos que tenemos Oaxaca y Baja California. Siempre nos la hemos pasado muy bien, en ambas latitudes, haciendo cosas muy divertidas, compartiendo ideas, sabores y muy buenos momentos con amigos como Benito Molina. En esta primera visita voy a estar en Tijuana, en Piedra Santa, el lugar del chef David Alarcón. Vamos a tener otras actividades, como un brunch con la prensa local y una cena parrillada de amigos, con la idea de anunciar las actividades de ida y vuelta que realizaremos en los próximos meses, con visitas recíprocas, el 19 de junio en Tijuana y el 23 de julio en Oaxaca.
“Es un diálogo, una comunicación muy intensa que tenemos Oaxaca y Baja California, además de que estamos en un momento en el que está despuntando una nueva generación de cocineros que vienen con mucha energía, creatividad y talento. Por supuesto del lado de Oaxaca siempre está la presencia invaluable y ancestral de nuestras cocineras tradicionales. Baja California nos brinda su fabuloso patrimonio de productos del mar; salvajes y de cultivos, sus increíbles crustáceos y la riqueza de sus ingredientes del campo, sus verduras, la lavanda, el romero, la salicornia, el fabuloso pepino persa ideal para los aguachiles”, refiere Alejandro.
En este encuentro de sabores e historias, agrega el chef, Oaxaca tiene un vasto legado que compartir, rico y generoso; de intensa proyección con las cocinas de otras regiones del país. “No podemos perder de vista el valor único de nuestros maíces, nuestros chiles, de los quelites y las hierbas que dan un carácter inconfundible a los platillos, ni mucho menos el valor de generaciones de cocineras, de gente de nuestro campo que han conformado la riqueza de nuestro patrimonio. Baja California y Oaxaca tienen mucho que compartir, mucho por lo cual celebrar y continuar unidos”, precisa Alejandro Ruiz.
www. casaoaxacaelrestaurante.com